Publicado en el Faro de Melilla
Se trata de una "cámara minutera" que ha sido enviada por la Asociación de Estudios Melillenses.
La Asociación de Estudios Melillenses (AEM) está inmersa en el
proyecto de restauración de una cámara fotográfica de los años 20,
propiedad de Esteban Pérez Romero, quien durante más de 50 años trabajó
en el Parque Hernández realizando todo tipo de retratos y fotografías al
minuto.
Con tal motivo, la AEM, con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma, ha remitido la "cámara minutera" a Madrid, concretamente al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), para que sea éste el que se encargue de su restauración y recuperación.
En una nota de prensa remitida por la Asociación de Estudios Melillenses se explica que la cámara fue fabricada por Miguel Soria Romero, cuñado de Pérez Romero y fundador de “una saga de excepcionales profesionales de la fotografía”, cuyos herederos aún mantienen el negocio en la ciudad.
Pérez aprendió los principios básicos de la fotografía precisamente con Soria, después de que se interesara por esta profesión tras acompañarle en una de sus jornadas laborales a los zocos marroquíes próximos a Melilla.
A Pérez se le conoce como el fotógrafo del Parque Hernández, donde realizó casi todo su trabajo. Allí, según explica la AEM, cobraba 20 duros por una tirilla de cuatro fotografías tamaño carnet, ofreciendo también la posibilidad de retratarse a lomos de un caballito de madera, una pieza que el cámara había rescatado de un tiovivo que había saltado por los aires durante la guerra de Marruecos. Este caballito fue el compañero inseparable de Pérez, para deleite de los niños de la época y de muchos melillenses.
La cámara de Pérez ejerció de infalible memoria histórica de la Ciudad, capturando a la sociedad más cotidiana de una forma lúdica y emotiva, tanto a los adultos, como a los adolescentes y los niños; a las familias, los soldados o los enamorados.
La iniciativa para su restauración partió del socio de la AEM Francisco Javier López Martín, quien inició las conversaciones con el IPCE a finales del pasado mes de mayo. Después de realizar un informe exhaustivo de la cámara y su estado de conservación, el IPCE dio su conformidad con la única condición de que fuera la Consejería de Cultura la que realizara formalmente la petición, por ser organismo estatal.
Con tal motivo, la AEM, con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma, ha remitido la "cámara minutera" a Madrid, concretamente al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), para que sea éste el que se encargue de su restauración y recuperación.
En una nota de prensa remitida por la Asociación de Estudios Melillenses se explica que la cámara fue fabricada por Miguel Soria Romero, cuñado de Pérez Romero y fundador de “una saga de excepcionales profesionales de la fotografía”, cuyos herederos aún mantienen el negocio en la ciudad.
Pérez aprendió los principios básicos de la fotografía precisamente con Soria, después de que se interesara por esta profesión tras acompañarle en una de sus jornadas laborales a los zocos marroquíes próximos a Melilla.
A Pérez se le conoce como el fotógrafo del Parque Hernández, donde realizó casi todo su trabajo. Allí, según explica la AEM, cobraba 20 duros por una tirilla de cuatro fotografías tamaño carnet, ofreciendo también la posibilidad de retratarse a lomos de un caballito de madera, una pieza que el cámara había rescatado de un tiovivo que había saltado por los aires durante la guerra de Marruecos. Este caballito fue el compañero inseparable de Pérez, para deleite de los niños de la época y de muchos melillenses.
La cámara de Pérez ejerció de infalible memoria histórica de la Ciudad, capturando a la sociedad más cotidiana de una forma lúdica y emotiva, tanto a los adultos, como a los adolescentes y los niños; a las familias, los soldados o los enamorados.
La iniciativa para su restauración partió del socio de la AEM Francisco Javier López Martín, quien inició las conversaciones con el IPCE a finales del pasado mes de mayo. Después de realizar un informe exhaustivo de la cámara y su estado de conservación, el IPCE dio su conformidad con la única condición de que fuera la Consejería de Cultura la que realizara formalmente la petición, por ser organismo estatal.
Esta Consejería no dudó en apoyar la
iniciativa y remitir entonces la petición. El presidente de la AEM,
Benito Gallardo, fue el encargado de hacer entrega, personalmente, el
pasado día 24 de septiembre, de la cámara al Instituto del Patrimonio
Cultural de España.
Todavía no existe una fecha aproximada de cuándo estará concluida la restauración, ya que según informan desde la AEM, la pieza debe pasar por distintos departamentos del citado instituto.
La AEM informó por último de que una vez que la cámara esté totalmente restaurada, se planea realizar una exposición en torno ésta y a las figuras de Esteban Pérez Romero y Miguel Soria.
Todavía no existe una fecha aproximada de cuándo estará concluida la restauración, ya que según informan desde la AEM, la pieza debe pasar por distintos departamentos del citado instituto.
La AEM informó por último de que una vez que la cámara esté totalmente restaurada, se planea realizar una exposición en torno ésta y a las figuras de Esteban Pérez Romero y Miguel Soria.
La protectora del patrimonio histórico nacional
La Subdirección General del IPCE es la encargada, junto con la
Subdirección de Protección del Patrimonio Histórico (ambas dependientes
de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de
Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Educación), de velar por la
conservación y restauración de los bienes culturales que forman el
conjunto del patrimonio histórico español.
Se organiza en cinco secciones, entre las cuales se halla la de Bienes Muebles, que es la encargada de la conservación y restauración de los objetos artísticos, arqueológicos y etnográficos que constituyen el patrimonio histórico nacional. También hace las veces de asesor técnico de otros centros, públicos o privados.
El IPCE aclaró que se trata de un fondo “muy valioso como testimonio material del siglo XX, de especial interés para la ciudad de Melilla”. También corroboró “lo conveniente de su restauración, dado su actual estado de conservación y la variedad de materiales en los que hay que intervenir”.
Se organiza en cinco secciones, entre las cuales se halla la de Bienes Muebles, que es la encargada de la conservación y restauración de los objetos artísticos, arqueológicos y etnográficos que constituyen el patrimonio histórico nacional. También hace las veces de asesor técnico de otros centros, públicos o privados.
El IPCE aclaró que se trata de un fondo “muy valioso como testimonio material del siglo XX, de especial interés para la ciudad de Melilla”. También corroboró “lo conveniente de su restauración, dado su actual estado de conservación y la variedad de materiales en los que hay que intervenir”.
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