Daniel Garcia-Castellanos científico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC) en Barcelona.
El trabajo de García- Castellanos propone un mecanismo alternativo, basado en que la “competición” entre erosión
y levantamiento se produjo de forma desacompasada.
“Cada vez que el levantamiento intentaba cerrar el estrecho, el Mediterráneo necesitaba de unos cientos de años para que su nivel bajase por evaporación. Como resultado de este desfase, se pudo producir una oscilación del nivel de este mar y de la acumulación de sal, que explicaría los depósitos cíclicos”, indica el investigador del CSIC.
Para los científicos, el estudio
podría ayudar a entender el cambio global provocado por cambios en las
condiciones ambientales. “La acumulación masiva de sal en el Mediterráneo y su
posterior desecación probablemente tuvo un impacto significativo en la biología
y en el clima terrestres”, explica García Castellanos.
“La migración de mamíferos
africanos a Europa debido a la desecación está bien documentada, pero no lo
está tanto el impacto climático. Las condiciones extremas que atravesó una
región tan extensa hacen de este episodio geológico un laboratorio natural para
el estudio del impacto de las condiciones medioambientales sobre el clima”,
agrega García Castellanos.
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