jueves, 18 de octubre de 2012

Otras Miradas: sobre conservar ó abandonar los tres presidios menores



La Biblioteca Nacional de España en la celebración de su tricentenario sale al encuentro de más de una treintena de instituciones españolas comprendidas en museos nacionales y autonómicos. Manuscritos, dibujos, grabados, lienzos, mapas, fotografías y libros de la BNE recorren el país, buscan otros visitantes, otros espacios, otras miradas.

La BNE y Acción Cultural Española (AC/E) han querido que quien no pueda acercarse a la sede de la Biblioteca en Madrid pueda participar también de este acontecimiento: 300 años de historia, que es de todos los ciudadanos.

El Museo de las Peñuelas, con ocasión de la presentación del programa Biblioteca Nacional de España. Otras miradas, abre una de sus salas desde el 11 de octubre al 9 de diciembre, para acoger un texto fundamental en la historia de la ciudad, el denominado "Discurso de los brigadieres Don Pedro Lucuze y don Pedro Zermeño", que escrito en el siglo XVIII viene a defender la presencia española en Melilla.

Biblioteca Nacional de España, Mss/12667. (Artículos sobre arte militar, naval y terrestre). “Discurso de los brigadieres Don Pedro Lucuze y don Pedro Zermeño, sobre conservar ó abandonar los tres presidios menores, a 4 de marzo de 1765: Melilla, Peñón y Alhucemas”.- XVIII. -249 h. ; 20 X 15 cm.


El famoso discurso, cuyo subtitulo es "Sobre conservar ó abandonar los tres presidios menores" (1765), pertenece a los fondos de la Biblioteca Nacional de España que ha decidido prestar sus fondos a diversos museos para que los ciudadanos puedan disfrutar de esta joya artística y documental.

El discurso de dos destacados ingenieros militares, Pedro de Lucuce y el melillense Pedro Martín Zermeño, entregaron al marqués de la Mina el Discurso sobre conservar o abandonar los tres presi­dios menores de Melilla, Peñón y Alhucemas. En su informe, los dos brigadieres abogaban de forma inequívoca y razonada por la conservación de las plazas de soberanía española, espe­cialmente la ciudad de Melilla. Su argumento esencial era que los cambios en la estrategia española para el norte de África y el desarrollo de los siste­mas de fortificación habían convertido a los presidios en “plazas de armas [...] importantísimas para que el foso y frente de España esté bien defen­dido”. Además alertaban ante la posibilidad de que Marruecos o Inglaterra, presente en el cercano Gibraltar, se instalaran en las plazas aban­donadas, amenazando los intereses españoles en la región. 

El Marqués de la Mina realizó a su vez otro informe dirigido al marqués de Esquilache en el que insistía en el abandono de la plaza norteafricana  sin duda el dictamen emitido en el discurso de Lucuce y Zermeño, quienes valoraban tanto el emplazamiento de Melilla como las obras de fortificación que se habían llevado a cabo en el último siglo, resultó fundamental para que la plaza continuase bajo soberanía española y se abandonase la posibilidad de su demolición.

1 comentario:

Manu Aragón dijo...
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