Melilla1846
Si desgajáramos la
fortificación del terreno rocoso de Melilla, coincidiendo con el extremo
inferior de la máxima pendiente y la máxima inclinación, en el interior del Baluarte
de San José Bajo y situado en la antigua escarpa del emplazamiento fortificado
que da a la actual calle Francisco de Miranda, se abre una poterna de acceso al
corredor que surcan los muros del Segundo Recinto Fortificado de Melilla.
Melilla 1699
Esta excavación
subterránea en galería aparece cartografiada por primera vez en un documento del
año 1699. Cuando se realiza la cava o foso del Hornabeque se había practicado también
una contramina en el perímetro amurallado de la antigua Alafia y, en el extremo este donde coincidían los acantilados con
las arenas de la playa del Mantelete, se abría una puerta de acceso a las contramina
en el baluarte, acabando hoy en día en el túnel de San Fernando. Esta galería o
contramina es considerada la más antigua de la ciudad, excavada en la roca
aprovechando unos antiguos silos de grano prehispánicos en forma de taza
invertida denominado matimoras o agadir.
Este perímetro fortificado al que aludimos fue reformado con baluartes sufriendo
nuevas transformaciones en 1790 al ampliar su capacidad artillera y mostrarnos
el estado en que se encuentra actualmente.
La fisonomía actual
de la fortificación es iniciada a partir de 1714, cuando los ingenieros Pedro
Borrás y Juan Martín Zermeño aplican en los recintos las nuevas técnicas
abaluartadas procedentes de la escuela de fortificación hispano-flamenca. Pedro
Borrás transforma a partir de 1716 el antiguo Hornabeque en un frente
abaluartado perfecto, con los dos baluartes de San Pedro y San José Alto que
definen el Segundo Recinto. Todo el subsuelo de este recinto está excavado con
galerías de comunicación, minas y contraminas que forman ramales de varios
kilómetros de longitud y que tienen su arranque en la Mina Real que parte del
Primer Recinto. Su misión era mantener a la ciudad a salvo de las minas
enemigas que buscaban explotar cargas de pólvora (hornillos) debajo de las
murallas para asaltar la fortaleza.
Plano de la Contramina de San José Bajo
Inmediato a la base del muro del baluarte (noreste) existe
una puerta de salida o acceso practicada en el siglo XX y que da paso a este
sistema de mina. Partiendo del exterior encontramos a la derecha una puerta
metálica donde tras de si se encuentra los ramales. De aquí parte el ramal norte-sur
que moría en el antiguo foso hoy cegado, en el sur es continuación del anterior
y en su recorrido intermedio se encuentra una estructura tipo matimora de planta circular usada como
respiradero y hoy cegada. Según el plano topográfico que realizamos un grupo
denominado “Amigos de Melilla La Vieja”
y que sirvió para ilustrar el PERI, el
desarrollo se continuaría una veintena de metros hasta situarse en el corazón
mismo del Baluarte. Una vez allí el subterráneo se bifurcaría en dirección este-oeste.
El de sentido Este moriría en una vieja puerta hoy cegada, la de sentido oeste
encontraría primero otra vieja matimora
para después tornarse en galería pero esta vez ensanchada a lo largo de una
quincena de metros para después volver a estrecharse durante otros diez metros
y morir finalmente en el túnel de San Fernando, cortando esta galería se
encuentra un corredor de evacuación de aguas que se desarrolla en paralelo con
el túnel mismo.
Antes de llegar al túnel descubrimos unos conductos
verticales con escalas excavadas que
servían de salida al antiguo camino de ronda superior sobre la falsa Braga.
2 comentarios:
gracias Jesus, por el blog.abrazo
Buenas, muy buena la investigación y felicitaros por el buen trabajo que habéis realizado.Yo soy de Cádiz y aquí también tenemos minas y contraminas,desde niño estoy llevando a cabo una investigación para poder poner estas galerías de cara al publico y poder visitarlas.Les dejo mi web por si quieren echarle un vistazo.
www.lascuevasdemariamoco.jimdo.com
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