El 17 de julio de 1936 a las cuatro y veinte de la tarde daría comienzo de la Guerra Civil Española en el edificio de la Comisión de Límites de Melilla.
El diario de Melilla "El Telegrama del Rif", de 26 de julio, sólo 9 días después de la sublevación en aquella ciudad recoge el artículo de una información sobre la emisión que por Radio Melilla dio el Tte. Coronel Darío Gazapo, jefe del Negociado de Prensa e Información.
Darío Gazapo sale a la vida militar española en la XIV Promoción como oficial número uno de su promoción, en la que también estarán: Sánchez Peralta, Medina Santamaría, Escario Elósegui, Noguerol Adler, Fernández de la Fuente, Carroquino, Ortega, González Yuste, Manso de Zúñiga, Valdés Martel, Franco Bahamonde...
Coincidiendo con el Alzamiento de Melilla el comandante general del Archipiélago Canario Franco Bahamonde recibía el siguiente telegrama fechado en Melilla: “General Solans al general Franco. Este Ejército levantado en armas contra el Gobierno, habiéndose apoderado de todos los resortes del mando. ¡Viva España!”.
Este mismo día, autorizado por Madrid Franco viaja a Las Palmas para presidir el entierro del gobernador militar de Gran Canaria, Amado Balmes. Al aeropuerto de Gando llegaba una avioneta inglesa pilotada por el señor Bebb y ocupada por el señor Pollack, turista británico a quien acompañaba su hija.
Tras el sepelio se produce el embarque de Franco en una pequeña motora para trasladarse por mar al aeropuerto para utilizar la citada avioneta inglesa y en vuelo hasta Casablanca en el primer salto, y a Tetuán en el segundo donde toma tierra.
Tuvieron parte señalada en todo lo referente al avión y al viaje de Las Palmas a Tetuán, don Juan de la Cierva, joven inventor del autogiro, residente en Londres; el marqués de Luca de Tena; Luís Bolín, corresponsal a la sazón de “A B C” en Londres; el diplomático José Antonio Sangronizu; el teniente coronel Franco Salgado; Demetrio Mestre; el general de Sanidad Militar Cabardá; el teniente coronel jurídico Martínez Fusset; el capitán Villalobos, y dos o tres personas más.
En Tetuán, Sainz de Buruaga se presentaba a Franco con la consabida frase: “Sin novedad en Tetuán, mi general”. Así comienza la guerra civil española y una sublevación militar dirigido por Franco al mando del Ejército de África.
Para saber más: Instituto de Estudios Ceutíes en
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